jueves, 24 de julio de 2008

SUEÑO DE UNA TARDE DE DOMINGO.

Emoción, gritos, lágrimas, el juez pita el final y Vélez se consagra campeón nuevamente.
Algunos que buscan un rostro amigo para estrecharse en un abrazo interminable, otros miran al cielo dedicando el logro a ese ser amado que sigue estando presente.
Muchos intentan entrar al centro del escenario para levantar en andas a un jugador, otros besan el verde césped, se arrodillan, se paran, corren de un lado a otro.
El colorido es impactante, banderas, gorros, camisetas visten de fiesta al estadio, vitalicios, mujeres, pibes, todas las generaciones unifican el grito de ¡DALE CAMPEÓN!!!!.
La vuelta olímpica tan deseada se hace realidad, no hay antagonismo, no hay rivalidades, todo se unifica, la V azulada transforma todos los brazos en uno, los junta, los fusiona, miles y miles de almas vuelven a sentirse como únicas, como un solo ente que desparrama felicidad y regala un momento que nunca más se olvida ni se escurre como una simple cosa.
El sentimiento y la pasión se apoderan de todos y el llanto no puede contenerse.
- VELEZ vuelve a tocar el cielo- dice una portada, UN GIGANTE EN LINIERS, se lee en otra, los micrófonos se mezclan, -VELEZ, un gran CAMPEON- se escucha en las radios.....
Un llamado del exterior –Hola hermano!!!!, -somos campeones, somos campeones!!!!!, Cómo me gustaría que estés con nosotros!!!!-
Internet explota, un mail dice, -Viejo, que alegríaaaaa!!!!-, una respuesta, -Hijo, tuve entre mis manos tu foto durante el partido, té extraño, viste cuanta gente????-
Y así van pasando las horas, la noticia ya cruzó las fronteras y los velezanos desparramados por el mundo se enlazan en un solo grito, GRANDE VELEZ!!!!, no hay distancias, el romance de barrio atraviesa las calles, entra en cada casa, se asoma en un balcón, las ventanas se abren para escuchar los bocinazos, Doña Rosa también saluda con un banderín clásico y un poco viejo.
Llegas a tu casa sudoroso, cansado, una ducha, los programas futboleros hablan de tu VELEZ, luego intentas dormir y no podes conciliar el sueño, seguís atado a tanta felicidad.
Al día siguiente caminas solemnemente con la camiseta puesta, apoyas una bandera por sobre el saco sport con el que vas a trabajar, algunos compañeros te saludan y otros se hacen los distraídos, respiras muy profundo una vez más y volvés a gritar con lo que quede de tu voz , VAMOS VELEEEEZZZZZ!!!!!!.
Quizás así o parecido sería volver a vivir de un momento único para un hincha, el de ver a su equipo coronarse CAMPEON, solo el sentimiento y la pasión pueden explicarlo.
Que lindo sería, no?, soñar no cuesta nada, seguramente este es el sueño de todos, EL SUEÑO DE UNA TARDE DE DOMINGO.

JORGE POMA

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